(Por: Ornella Jacquelin)
En la lucha contra la violencia de género son muchos los actores implicados. Los medios de comunicación deben convertirse en un referente.
Cada vez que un hombre asesina a una mujer, la sociedad se enfrenta no sólo a un acto criminal de uno de sus miembros, sino también a la obligación de asumir su parte de culpa.
El tratamiento que los medios de comunicación den a este tipo de noticias influirá notablemente en cada una de las personas que accedan a dicha información.
Es habitual que los grandes medios de comunicación confundan el darle un tratamiento preferencial a este tipo de noticias, con ofrecer una mayor cobertura en cuanto a tiempo o espacio dedicado a la noticia.
Sería mucho más útil llamar a las cosas por su nombre en treinta segundos que rellenar dos minutos con opiniones de vecinos y vecinas de la víctima y del asesino, para los que el criminal es, casi siempre, un tipo normal del que no era imaginable que hiciera algo así. Ni qué decir tiene que, en lugar de perder el tiempo con este tipo de opiniones, sería más fértil, educativo y coherente ofrecer opiniones de expertos y expertas en la materia.
Profesionales de la psicología, de la educación, de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado o de los juzgados que tienen formación, información y experiencia en la materia y que seguro que nunca justificarían un crimen machista por un problema de alcohol, por patologías mentales o en el colmo del desatino, como se hace en muchas ocasiones, lo calificarían como crimen pasional
Porque a nadie le escapa que cuando alguien bebe, puede darle por reír, por dormir o por cantar, pero no por matar, porque al que le da por matar, tiene un solo nombre: asesino. También es razonable pensar que lo más alejado de algo pasional es matar a la pareja. La pasión es otra cosa muy diferente.
Casi siempre, los medios de comunicación, cuando informan sobre casos de violencia de género, entran en detalles morbosos como el modus operandi del asesino y no profundizan en las causas reales que lo originan.
Lo que sirve y es útil, es conocer los motivos y ofrecer opciones a la mujeres para que puedan detectar que están en peligro y explicarles cómo pueden intentar salir de esa lamentable situación.
Otro dato que se suele facilitar es si había o no denuncias previas, pero sin profundizar en los motivos por los que una mujer no llega a denunciar. Queda ese dato, que por sí solo, culpabiliza a la mujer nuevamente.
La mujer víctima de violencia de género atraviesa diversas etapas, pero ella es también la que quiere salir de ese infierno y apenas sin fuerzas y sin apoyos útiles, lucha, es valiente y camina con la frente alta.
La profesora Mariángeles Camusso en principio nos dice, que la violencia es multicausal, es decir que hay diferentes tipos de violencia (física, emocional, económica, simbólica, institucional, obstétrica). Los medios de comunicación si bien han ampliado y mejorado sus maneras de difundir la violencia de género, no lo hacen siempre como recomiendan las especialistas. Las campañas son una obligación del estado y deberían hacerse de forma continua y con más profesionalismo. Igual, las campañas no alcanzan si no se trabaja institucionalmente en todos los ámbitos (educativo, judicial, etc.)
La Red PAR (Periodistas de Argentina en Red – Por un periodismo no sexista) acaba de lanzar un "Decálogo para el tratamiento periodístico de la violencia contra la mujer", que intenta ser un aporte al tratamiento no sexista de la violencia de género y el feminicidio. Se trata de 10 máximas simples y fáciles de cumplir por periodistas y editores de medios.
Otra cuestión con los medios que no tiene que ver con el genero, y es que la profesión periodística no tiene el habito de la enseñanza continua, este concepto de capacitación continua no es algo que los directivos de los medios estimulen, tal vez en otra profesión si contas que tenes un curso a tu superior con el cual te vas a formar, te lo estimulan. Esto en el periodismo no es así, en general se ve como un día perdido de trabajo, algo que no suma para quien dirige, si no que resta, entonces esto limita la formación en todas la áreas, cuando el tema es un tema desvalorizado como genero, esto se acentúa.
Cada día, nos comprometemos a visibilizar sistemáticamente el grave problema de la violencia machista, a proteger a las víctimas y no prejuzgar sus actitudes, a informar sin estereotipos, a denunciar cuando falten políticas del Estado, a ofrecer datos útiles de lugares a donde acudir en ayuda. Proponemos, además, desterrar de las redacciones la engañosa figura de crimen pasional y a cambio exponer claramente las causas estructurales que perpetúan y naturalizan la violencia hacia las mujeres.